lunes, 26 de enero de 2015

A PROPOSITO DE REINAS

Recuerdo que en mi niñez trasnochaba viendo el Concurso Nacional de Belleza y me imaginaba en el lugar de aquellas mujeres que desfilaban hermosos trajes de gala. Era feliz ojeando, aun cuando todavía no sabía leer, la revista Cromos que dejaba el Dr. Muñoz en su casa de campo en Subachoque, y que mis padres cuidaban. Recuerdo que guarde durante muchos años una hoja de algún numero de aquella revista, porque cada vez que la veía soñaba con que el vestido de aquella fotografía de no sé cual concursante fuera mi vestido de 15 años, cuando al fin llego la tan anhelada fecha, Septiembre 23 de 2004, me encargue de deshacerme de la maltrecha hoja porque simplemente me parecía anticuado, feo y cursi el tan guardado modelo.

Luego simplemente entre a la universidad, empecé a ver el mundo diferente, tuve mi hija, mi cuerpo cambio y mi mente olvido los reinados. Pero algo tengo que aclarar, lo que yo tanto admiraba de aquellos certámenes eran los hermosos y despampanantes vestidos.

Así que pasaron y pasaron Concursos nacionales de belleza, pasaron Adriana, Eileen, Taliana, Michelle y no sé cuantas más porque simplemente no me volvieron a importar, por lo único que me interese en los últimos años de saber de una reina de belleza fue por el escándalo de Agro Ingreso Seguro, lo que a mi juicio, sin ser abogada, mucho menos juez, y sin conocer mucho del tema, llevo a una de estas reinitas a salir limpia de un escándalo judicial de corrupción y dejando en el exilio, en una gran injusticia, a un ministro cuyo mayor pecado fue llegar a un cargo tan alto siendo tan joven. La pobre reinita la engañaron para que se quisiera robar una gran suma de dinero del estado y resulta que la absolvieron porque ella no sabía lo que estaba haciendo, como si el señor juez no supiera que el desconocimiento de la ley no absuelve el delito, pobrecita la reinita, por algo “los caballeros las prefieren brutas”.

Pero regresando al tema de los certámenes de belleza, recuerdo que el ultimo Miss Universo que vi, fue en el que participo Taliana Vargas, del cual termine muy decepcionada, pues la Colombiana siempre obtuvo los mejores puntajes y de repente, Virreina. Los Colombianos estamos acostumbrados a celebrar con la derrota, después de todo era un segundo lugar, pero a mí me indigno y decidí nunca volver a verlos.

Pero, anoche, rompí mi promesa, no porque fuera débil en mi decisión sino porque me toco. Mi hija que al día de hoy tiene 5 años, está viviendo lo mismo que yo, una gran admiración por este tipo de concursos, pero con una gran diferencia, ella admira las mujeres y quiere ser como ellas, obviamente, también quiere lucir los vestidos que ellas lucen.

Y sumándole el hecho de que esta mañana a las 5:30 a.m. el director de una importante emisora inicia su programa radial, haciendo alusión al triunfo de Paulina Vega como Miss Universo 2014 – 2015, como la “única noticia importante de Colombia”, me asuste.

No quiero desmeritar a Paulina, ella es hermosa realmente y no es mucho lo que puedo decir dado que no la conozco. Pero, realmente, lo que menos deseo para mi hija es verla preocupada simplemente por la belleza física, los tacones, el vestido, el gordito que se salió, la estría, lalalala, etc. Sé muy bien que mi hija será lo que ella quiera ser, no lo que yo desee, pero por lo menos me encantaría que utilizara su inteligencia en algo mas importante y menos superficial que la belleza física.

Yo que tuve un cuerpo casi perfecto, hoy me miro al espejo con muchos kilos de más y me doy cuenta que simplemente la belleza y la juventud hoy están y luego un día pueden desaparecer. Pero en cambio en 10 años es muy poco lo que he olvidado de lo que aprendí en el colegio y ni que decir de lo aprendido en mis muchos años de universidad.

Veo mi hija tan inteligente, tan graciosa y me asusta pensar en que su vida quede reducida a dietas, gimnasio, cámaras, criticas, envidias y hombres que solo ven en ella belleza física, no quisiera verla ante un juez respondiendo por una firma de un documento que ni siquiera leyó y mucho menos comprendió, porque ese tipo de cosas no lo da la belleza sino la inteligencia y la educación.

Para terminar, felicito a Paulina Vega, finalmente es lo que ella quiso y Dios puso, por alguna razón en su camino. Felicito al pueblo Colombiano y especialmente a los Barranquilleros, gran año 2014, lleno de orgullo patrio. Y le digo a mi hija, que si quiere ser reina, siempre encontrara mi apoyo y aquel director de programa radial, que por lo menos para mí es más importante saber que una mujer tuvo la mala sangre de ser capaz de matar su propia hija, que el triunfo de algo tan superfluo como un cuerpo de medidas perfectas.


Acerca de quien escribe

Soy estudiante de Noveno semestre de Economía, tengo 25 años y madre de una niña de 5 años.
Orgullosamente Colombiana, nací en Girardot Cundinamarca, pero crecí y me siento hija de Subachoque Cundinamarca.
Hija de Padre costeño y madre Payanes.

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