Recuerdo que en mi niñez trasnochaba viendo el
Concurso Nacional de Belleza y me imaginaba en el lugar de aquellas mujeres que
desfilaban hermosos trajes de gala. Era feliz ojeando, aun cuando todavía no sabía
leer, la revista Cromos que dejaba el Dr. Muñoz en su casa de campo en
Subachoque, y que mis padres cuidaban. Recuerdo que guarde durante muchos años
una hoja de algún numero de aquella revista, porque cada vez que la veía soñaba
con que el vestido de aquella fotografía de no sé cual concursante fuera mi
vestido de 15 años, cuando al fin llego la tan anhelada fecha, Septiembre 23 de
2004, me encargue de deshacerme de la maltrecha hoja porque simplemente me parecía
anticuado, feo y cursi el tan guardado modelo.
Luego simplemente entre a la universidad, empecé a ver
el mundo diferente, tuve mi hija, mi cuerpo cambio y mi mente olvido los
reinados. Pero algo tengo que aclarar, lo que yo tanto admiraba de aquellos certámenes
eran los hermosos y despampanantes vestidos.
Así que pasaron y pasaron Concursos nacionales de
belleza, pasaron Adriana, Eileen, Taliana, Michelle y no sé cuantas más porque
simplemente no me volvieron a importar, por lo único que me interese en los últimos
años de saber de una reina de belleza fue por el escándalo de Agro Ingreso
Seguro, lo que a mi juicio, sin ser abogada, mucho menos juez, y sin conocer
mucho del tema, llevo a una de estas reinitas a salir limpia de un escándalo judicial
de corrupción y dejando en el exilio, en una gran injusticia, a un ministro
cuyo mayor pecado fue llegar a un cargo tan alto siendo tan joven. La pobre
reinita la engañaron para que se quisiera robar una gran suma de dinero del
estado y resulta que la absolvieron porque ella no sabía lo que estaba
haciendo, como si el señor juez no supiera que el desconocimiento de la ley no
absuelve el delito, pobrecita la reinita, por algo “los caballeros las
prefieren brutas”.
Pero regresando al tema de los certámenes de belleza,
recuerdo que el ultimo Miss Universo que vi, fue en el que participo Taliana
Vargas, del cual termine muy decepcionada, pues la Colombiana siempre obtuvo
los mejores puntajes y de repente, Virreina. Los Colombianos estamos
acostumbrados a celebrar con la derrota, después de todo era un segundo lugar,
pero a mí me indigno y decidí nunca volver a verlos.
Pero, anoche, rompí mi promesa, no porque fuera débil en
mi decisión sino porque me toco. Mi hija que al día de hoy tiene 5 años, está
viviendo lo mismo que yo, una gran admiración por este tipo de concursos, pero con
una gran diferencia, ella admira las mujeres y quiere ser como ellas,
obviamente, también quiere lucir los vestidos que ellas lucen.
Y sumándole el hecho de que esta mañana a las 5:30
a.m. el director de una importante emisora inicia su programa radial, haciendo alusión
al triunfo de Paulina Vega como Miss Universo 2014 – 2015, como la “única noticia
importante de Colombia”, me asuste.
No quiero desmeritar a Paulina, ella es hermosa
realmente y no es mucho lo que puedo decir dado que no la conozco. Pero,
realmente, lo que menos deseo para mi hija es verla preocupada simplemente por
la belleza física, los tacones, el vestido, el gordito que se salió, la estría,
lalalala, etc. Sé muy bien que mi hija será lo que ella quiera ser, no lo que
yo desee, pero por lo menos me encantaría que utilizara su inteligencia en algo
mas importante y menos superficial que la belleza física.
Yo que tuve un cuerpo casi perfecto, hoy me miro al
espejo con muchos kilos de más y me doy cuenta que simplemente la belleza y la
juventud hoy están y luego un día pueden desaparecer. Pero en cambio en 10 años
es muy poco lo que he olvidado de lo que aprendí en el colegio y ni que decir
de lo aprendido en mis muchos años de universidad.
Veo mi hija tan inteligente, tan graciosa y me asusta
pensar en que su vida quede reducida a dietas, gimnasio, cámaras, criticas,
envidias y hombres que solo ven en ella belleza física, no quisiera verla ante
un juez respondiendo por una firma de un documento que ni siquiera leyó y mucho
menos comprendió, porque ese tipo de cosas no lo da la belleza sino la
inteligencia y la educación.
Para terminar, felicito a Paulina Vega, finalmente es
lo que ella quiso y Dios puso, por alguna razón en su camino. Felicito al
pueblo Colombiano y especialmente a los Barranquilleros, gran año 2014, lleno
de orgullo patrio. Y le digo a mi hija, que si quiere ser reina, siempre
encontrara mi apoyo y aquel director de programa radial, que por lo menos para mí
es más importante saber que una mujer tuvo la mala sangre de ser capaz de matar
su propia hija, que el triunfo de algo tan superfluo como un cuerpo de medidas
perfectas.